“El sol despunta al alba
y aún sigo pensando en ti,
pues mis sueños están
llenos de tu recuerdo.
Me he acostumbrado a tu voz,
a tus mejillas sonrojadas,
a tus dulces labios y
a tus sabrosos y sensuales besos.
Los minutos se hacen horas
y los días son eternos,
siento sed de ti,
cuando no te tengo.
Mi preciosa signorina, la niña de mis ojos,
me has abducido y hechizado el corazón.
Apiádate de mí, quiéreme, mi española,
entrégame tu amor, mi bella Carol.”
Tu loco y entusiasmado italiano.
(Esta poesía pertenece a mi novela: “Una vida de mentiras”).
Charo Vela
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